Nada más que el problema es que en la Cámara de Diputados de Guerrero, no hay Biblioteca, porque la que se tenía, Biblioteca “Sentimientos de la Nación”, fue derruida en la LXII Legislatura Local por el entonces presidente de la JUCOPO, diputado Alfredo Sánchez Esquivel, quien no la pudo reconstruir dada sus corruptelas.
En el Congreso del estado no hay biblioteca, ni para consultar “Las Reglas del Método sociológico “de Emile Durkheim, “Las 48 Leyes del Poder” de Robert Green, “Hacia una teoría de las formas puras del poder”, del Dr. José Elías Apis, “La invención del poder” de Federico Campbell, Las Leyes para fortalecer al Estado laico” de Benito Juárez o de pérdida “El Pueblo Bueno y sabio” de José Antonio Aguilar Rivera.
La biblioteca derribada, hoy en día es un símbolo de corrupción de Morena, la cual inició su hegemonía parlamentaria con la faramaya de la “Austeridad Republicana “, en el Congreso del estado, que llevó a recortar presupuestos, comisiones, pagos de servicios, viáticos, etc., con lo que juntaron más de 45 millones de pesos que nadie ha explicado bien a bien dónde quedaron.
Bravo Abarca fue alcalde de Petatlán, dos veces diputado local, diputado federal, coordinador de la oficina del gobernador Héctor Astudillo Flores y nuevamente diputado local, al asumir la dirigencia del tricolor en la entidad en plena desbandada de militantes que se fueron al Movimiento Ciudadano. Fue magnánimo y distinguido militante del PRI en tiempo de su hegemonía.
Hoy ese papel relevante como parte de la élite priista se ha reducido a ser el que preside el Comité de la Biblioteca de la soberanía estatal. Así se dio a conocer cuando se leyó en el pleno la integración definitiva de las Comisiones Parlamentarias a través de las cuales trabajarán los diputados canalizando las diversas problemáticas del estado.
Y todavía en la conferencia de prensa de todos los integrantes de la JUCOPO, llevada a cabo en la sala José Francisco Ruiz Massieu al término de la sesión de este jueves, aceptó incondicionalmente y respaldó al presidente de este organismo colegiado, Jesús Urióstegui García, que “hubo consenso” en la asignación de comisiones y que se trabaja por la modernización parlamentaria. La reiteración es que hubo consenso. Sin embargo, el avasallamiento es tangible. Ninguna comisión esencial para la oposición, ni siquiera para los aliados del PT, que ya no son confiables para Morena. Solo el Partido Verde como “aliado seguro” recibió buen trato.
A los priistas no le ha quedado de otra que aceptar con desvergüenza su realidad, en la que los están midiendo con el mismo rasero con que midieron a sus opositores.
Bien reza el proverbio bíblico: “con la vara que mides serás medido”. Y que en política no hay venganza, solo ajustes y reacomodo de fuerzas.
Vamos hacia la modernidad parlamentaria, con “nuevas formas de hacer política”.
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