GUERRERO… SIN MEDIAS TINTAS
Jorge VALDEZ REYCEN
El olvidadizo y loco Dr. Siniestro
Una historia de ambición demencial
--Pinche viejo raboverde!! –le gritó una de sus alumnas, víctima de acoso sexual.
Fue el más reciente de los múltiples escándalos donde el olvidadizo y siniestro Eduardo López Betancourt ha estado involucrado.
Entre 1975 y 1976 cuando fue Secretario General de Gobierno en el régimen de Rubén Figueroa Figueroa, López Betancourt fue acusado penalmente por el entonces Procurador General de Justicia del Estado, Carlos Ulises Acosta Víquez por delitos graves como secuestro, extorsión y delincuencia organizada. El siniestro López Betancourt había formado un grupo de élite para plagiar, extorsionar y chantajear a empresarios.
Figueroa Figueroa fue informado pormenorizadamente de la doble cara del alto funcionario y llamó a quien era su primo hermano, Victórico López Figueroa, tío del siniestro Eduardo López Betancourt.
--¡Voy a matar a este malnacido! –gritó furioso el gobernador.
--Yo hablo con él. Que confiese su traición…. ¿Por qué lo hizo? –tranquilizaba Victórico al indignado mandatario.
--Lo voy a matar como un perro…
A partir de ese momento Eduardo López Betancourt huyó de Guerrero y se refugió en el Distrito Federal. Se metió a la UNAM y olvidó la política, pero siempre con el miedo inseparable de morir asesinado por su pasado truculento y criminal.
Cincuenta años después, este personaje desmemoriado –que regresó a Guerrero “asesorando” a Félix Salgado Macedonio, quien enfrentó al hijo de Rubén Figueroa Figueroa, o sea a Rubén Figueroa Alcocer, en 1992—ahora le “chaquetea” a Félix…
Fiel a su origen traicionero, desleal, oportunista, criminal, “el Doctor” pretendió reivindicar “su nombre”, tras haber huido en los 70’s por delincuente mafioso. Quiso usar a Félix y le exigió la Secretaría General de Gobierno… “el mismo estatus que tuve”, arrastró sus palabras el megalómano y siniestro López Betancourt.
Como no logró su insano y desproporcionado objetivo, montó en cólera y despotricó amenazante contra Félix. “Te voy a destruir”, advirtió fuera de si, escupiendo espuma por la boca, en un ataque de rabia.
Esa es la supuesta calidad humana de personajes oscuros, siniestros y peligrosos como el susodicho.
La ambición desmedida de un enfermo por el poder, megalómano, psicótico, loco… siempre será su perdición.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.
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